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            Existe un vértice en la memoria. Los viajes, por definición, son de ida y vuelta; siempre hay un regreso, un límite de tiempo, de kilómetros… Esa es la parte importante. La sensación de regresar; este es el verdadero viaje interminable. Y es justo ahí donde la memoria empieza a descender. Una parte de nosotros permanece estática cada vez que nos despedimos, en cada carta que enviamos, cada vez que nos besamos. En nuestro recuerdo idealizamos estos momentos y poco a poco vamos dibujando paisajes por los que el paso del tiempo es más lento, menos pesado. Y finalmente los convertimos en refugios. El rugido de las olas cuando la marea está alta; el verde profundo del bosque a ambos lados de la carretera; los susurros en un idioma desconocido; la paciencia del verano; un paraje donde la mirada se pierde y el viento está en calma…

 

            En  “Greetings from the Landscapes”, BICYCLE THIEF ha dibujado estos refugios en forma de canciones y nos saluda desde el vértice de la memoria. Nos dicen que cerremos los ojos, que disfrutemos del regreso, que todo va a ir bien.

 

_texto por Kiko Sumillera

Ancla 1
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